Si estás planeando recorrer Escocia con la familia, seguramente ya estarás pensando en qué visitas esenciales deberéis incluir en vuestro programa, que gusten tanto a los niños como a los adultos; y por supuesto, entre ellas no deben faltar los 10 mejores castillos de Escocia. Si no quieres perderte entre la inmensa cantidad de información que hay en internet, continúa leyendo esta guía con algunos de los mejores castillos de Escocia y descubre cuál merece más la pena visitar con tus hijos.
Are you ready? En este viaje virtual visitaremos desde la turística ciudad de Edimburgo hasta en los confines más profundos del Lago Ness. ¡Vamos!
1. El Castillo de Edimburgo: visita esencial para descubrir la historia de Escocia
Es uno de los castillos escoceses más conocidos y, quizás, uno de los más famosos de todo el Reino Unido. El castillo de Edimburgo es una de las fortificaciones más antiguas de Europa, y se encuentra en lo alto de la cima de «Edinburgh Rock», una ubicación privilegiada con las mejores vistas de la ciudad. También es el castillo favorito de los turistas con más de un millón de visitantes cada año, pero ¿qué lo hace tan especial?
Podría ser la sencilla pero elegante Capilla de Santa Margarita, que tiene cerca de 900 años de historia. O quizás sean las celdas subterráneas escarbadas en la propia piedra volcánica donde se encarcelaron a miles de personas de todas partes el mundo… ¡Incluidos españoles!
Pero lo que no te puedes perder de ninguna manera son las joyas de la Corona. A los más pequeños de la casa les va a encantar la historia de la legendaria «Piedra del Destino». Un nombre algo presuntuoso, pero sus razones tiene, ya que es la piedra que se lleva utilizando durante siglos en las ceremonias de coronación de los reyes y reinas más poderosos de todo Reino Unido. Hoy esta roca centenaria la guardan celosamente los escoceses tras los muros de su imponente castillo. Si quieres descubrir con tu familia cómo esta valiosa piedra ha sido robada hasta en un par de ocasiones, ¡tienes que visitar el castillo de Edimburgo!

Lo mejor: ¡las prisiones subterráneas! Sin duda alguna es nuestra parte favorita del castillo, porque permitirá a tus hijos imaginarse a la perfección cómo vivieron estos presos, además de llevarse alguna que otra foto chula que añadir al álbum de vuestro viaje.
También conviene estar a atento a la cantidad de eventos que se celebran durante todo el año, sobre todo en agosto (época de festivales en Edimburgo). El Royal Edinburgh Military Tattoo es uno de los más impresionantes. Cada agosto, las Fuerzas Armadas Británicas y las bandas militares internacionales se unen para montar un espectáculo de bailes tradicionales y fuegos artificiales que merece mucho la pena de disfrutar.
Recomendaciones
-Antes de realizar la visita, recuerda imprimir este pasatiempos para niños que ha realizado el Castillo de Edimburgo. (Click aquí)
-Siempre suele haber alguna actividad o show dirigida para los niños. Descubre en este enlace las actuaciones que coinciden con vuestra fecha de visita. (Click aquí)
-Descárgate el mapa del castillo (Click aquí)
Tour del Castillo de Edimburgo con «Clan Pascual Tours»
Si queréis disfrutar al máximo de vuestra visita, nosotros nos encargaremos de que todos los miembros de la familia se sumerjan en las aventuras más apasionantes del Castillo de Edimburgo. Para más información click aquí

2. El Castillo de Stirling: el más clásico de los castillos de Escocia
Si piensas en un castillo medieval, ¿qué es lo que ves? Grandes salones donde los reyes y reinas celebraban sus banquetes, torreones infinitos, joyas y reliquias… Parece que estamos describiendo ¡al mismísimo castillo de Stirling!
Este es quizás uno de los castillos más clásicos que os vais a encontrar en Escocia, y al igual que el de Edimburgo, se construyó en lo alto de una montaña para ver perfectamente por dónde venían los enemigos.

En el castillo de Stirling hay muchas actividades para niños, como visitas guiadas-teatralizadas con los personajes más importantes de la historia escocesa o las fichas que reparten en la entrada que convertirán los más pequeños en auténticos detectives. Con preguntas y juegos irán descubriendo cada secreto de las habitaciones de los monarcas escoceses y los oscuros pasillos donde se cuchicheaban los cotilleos de la corte. Antes de organizar la visita, echa un vistazo a su página web, ya que es bastante frecuente que haya eventos y actuaciones musicales para toda la familia.
Lo mejor: un pedazo de historia donde los niños se podrán imaginar perfectamente cómo era la vida de los más ricos de Escocia. Merece muchísimo la pena entrar a las antiguas cocinas, donde recrea cómo se organizaban para dar de comer a cientos de personas en los salones de fiestas. Los peques no tendrán que escuchar a un guía para imaginárselo, ¡lo podrán ver con sus propios ojos!
3. El Castillo de Culzean: con la escalera ovalada más impresionante
Este castillo, a unas dos horas de Glasgow, se encuentra en el corazón del Culzean Country Park, un parque de casi 250 hectáreas ideal para pasar una mañana de ensueño en familia. A tus hijos les encantará explorar los caminos de los alrededores, como el que lleva al Walled Garden («jardín amurallado»). Un jardín precioso dividido en dos partes: una zona de recreación para jugar, hacer picnics o disfrutar de los escasos rayos de sol escoceses; y una huerta que abastece la cocina del catering del castillo. Consideramos que es uno de los jardines con más encanto de toda Escocia por su muralla cubierta de plantas enredaderas y, sobre todo, por la calma que emana.

Ahora, volviendo al castillo de Culzean en sí, su fachada es todo un caramelo para los amantes de la arquitectura. ¿Por qué? ¡Es la muestra perfecta de los estilos arquitectónicos más populares de Escocia! Desde la torre medieval donde vivían los primeros señores feudales de Ayrshire, hasta los últimos toques neoclásicos que añadió el arquitecto Robert Adam.
El interior también merece una mención especial, ya que sus suntuosas y recargadas decoraciones no pasan desapercibidas y cautivan la atención de todo niño. Lo mismo ocurre con la enorme exposición de armaduras medievales. Es en el castillo de Culzean donde está una de las mayores colecciones de espadas y armas de fuego que existen (ni más ni menos que la segunda, después de la expuesta en el castillo de Windsor).
Lo mejor: la espectacular escalera ovalada que recibe a los turistas a la entrada del castillo, ¡una maravilla! Y ya que hemos hablado antes de los alrededores, seguir el camino del «Happy Valley» es una parada obligatoria en la visita al castillo de Culzean. La ruta termina en un estanque con cisnes donde se puede tomar algo calentito en la cafetería, mientras los peques juegan un poco al aire libre (si el clima lo permite).
4. El Castillo de Urquhart: a las orillas del lago más monstruoso
Un castillo construido en la costa del mismísimo Lago Ness ¿puede haber algo más genial? Aunque esté en ruinas, la fortaleza del castillo de Urquhart es una de las más impresionantes de toda Escocia, además de ser una de las más grandes y antiguas.
Las vistas del lago más visitado del país son espectaculares y merecen 100% la pena de disfrutar, llueva o haga sol. Los niños podrán imaginarse perfectamente las batallas militares medievales en el centro de visitantes, donde proyectan un vídeo muy entretenido. También verás la increíble colección de armas, incluido una catapulta de asedio llamada «trebuchet» que sigue funcionando a día de hoy. También son de visita obligada las estancias del Gran Salón, la Torre Grant y, por supuesto, la prisión, una de las habitaciones más frías y húmedas del castillo.

Lo mejor: ¡Los monstruos, claro! Desde las torres más altas del castillo, o quizás desde los jardines, podrás buscar en familia al famoso Nessie. Hay un recorrido por el lago en barco donde se hacen expediciones diarias y, quizás, si tus hijos van muy atentos el monstruo del Lago Ness sale a saludar.
5. El Castillo de Kelburn: una pincelada de color en la Escocia más oscura
¡Este castillo tiene la fachada más «instagrameable» de toda Escocia! Gracias a los grafitis y murales de colores que cubren a este castillo escocés de arriba abajo, los turistas no paran de compartir en las redes sociales su curiosa fachada. También son muy populares las fotos en sus jardines que son preciosos. Aunque ¡ojo!, muchos turistas nos han contado que hay un montón de faisanes que andan al acecho de los sandwiches de media mañana de los turistas más despistados…

En el exterior del castillo de Kelburn se organizan todo tipo de eventos para los más pequeños de la casa: torneos de lanzamientos de herraduras, jugadas de bolos o carreras de patos ¡al más puro estilo medieval! Por eso, se ha ganado el puesto número 5 en este ranking.
Y aunque el castillo sea de los más coloridos de Escocia, realmente los locales visitan la zona por todas las rutas que hay en los alrededores. La parada estrella, que se encuentra tan sólo a unos metros de este enclave histórico, es «The Secret Forest». Este bosque secreto parece sacado de los cuentos de hadas más famosos, como el de Jack y las alubias mágicas o Caperucita Roja. El paseo cubierto de rododentros es una auténtica pasada.
Lo mejor: que tiene alternativa para los días de lluvia para mantener a los niños entretenidos. Hay un área de juegos cubierta, Indoor Playbarn, donde los peques podrán jugar en un laberinto de toboganes interminable, cuevas espeluznantes, piscinas de bolas súper divertidas, además de ¡un muro de escalada! Mientras los padres podrán relajarse tomando algo en la cafetería.
6. El Castillo de Blair: a la caza del tesoro
Este castillo, como muchos otros en Escocia, tiene una historia muy larga (¡pero que muy larga! Lleva allí desde el 1269). Aunque no es lo único interesante del castillo de Blair, ya que cuenta con un gran repertorio de actividades disponibles a lo largo del año. Nuestras favoritas son el «Reto del detective del castillo», una ficha con juegos para cazar de tesoros y antigüedades escondidos por el castillo; y las actividades de pintar y colorear en la Treasure Room.

También tienen tours guiados por locales incluidos en el precio de la entrada, pero solo son recomendables si tenemos un nivel de inglés avanzado, ya que el acento escocés no es de los más fáciles de entender. Aunque no hay de qué preocuparse, en casi todas las atracciones turísticas de Escocia, tienen panfletos disponibles en español.
La diversión continúa en el exterior y alrededores del castillo de Blair, solo necesitamos llevar un buen chubasquero para convertirnos en auténticos exploradores. Descubrir la fauna autóctona puede ser una actividad muy divertida para hacer con los niños de la familia. Hay que ir muy atentos, ya que es bastante común encontrarse algún que otro pavo real por la zona, ¡sí, muy fuerte! Algo más difícil de encontrar son las autóctonas ardillas rojas, muy pequeñas y escurridizas.
Lo mejor: es la ruta de «Sculpture Trail». Siguiendo el camino arbolado, se encuentra la guinda del pastel de este castillo: una zona de juegos de aventura tallada en madera. ¡Es perfecto para los niños más activos!
7. El Castillo de Dunnottar: como extraído de Juego de Tronos
Es quizás el castillo más difícil de encontrar, pero es de los que más te marcarán ¡sin duda! Primero, porque está en medio de la nada, literal. Un castillo, en ruinas (en el mejor sentido de la palabra), asentado en la cima de un acantilado con unas vistas al mar espectaculares.

En el castillo de Dunnottar han pasado multitud de personajes históricos de gran importancia para Escocia, como la reina por excelencia, María Estuardo; o Thomas Cromwell y sus compinches, que estuvieron en este remoto castillo por 8 meses protegiendo a las joyas de la corona. ¡8 meses con ese viento frío del mar del Norte y la humedad escocesa! Pide a tus hijos que se imaginen a un grupo de escoceses esperando a sus enemigos… ¡De morirse congelado! A eso hay que añadir los escalones para llegar al castillo, pero ¡oye! las vistas desde lo alto merecen muchísimo la pena. Un verdadero espectáculo.
Lo mejor: es el castillo que más invita a soñar a los niños y no tan niños de la casa. Es facilísimo imaginarse a los caballeros más valientes cabalgando por los caminos sinuosos que rodean al castillo de Dunnottar o a una reina de la Edad Media suspirando mientras mira al horizonte infinito del mar… Y bueno, si ya agregamos unos dragones, estamos dentro de Juego de Tronos 🙂
8. El Castillo de Glamis: donde vivía el rey más vengativo
Todavía recordamos la primera vez que vimos este castillo: «Wow, qué torreones más puntiagudos, ¡parece sacado de un cuento de princesas!» y no andábamos mal encaminados… Porque ¿sabías que en este castillo nació la hermana de la reina Isabel II? Sí, la princesa Margaret nació en el Castillo de Glamis, ¡es escocesa!

Aunque realmente esta curiosidad de la familia real británica no es lo más interesante que descubrimos de este castillo escocés. Lo que más nos llamó la atención fue que el castillo de Glamis es mencionado varias veces en una de las obras más escocesas de Shakespeare: Macbeth. Podrás disfrutar de este castillo en familia recorriendo las habitaciones principales en la que se ambientó la historia de venganza más famosa de la historia. Hay incluso una sala llamada Duncan’s Hall que hace referencia al rey Duncan, al que Macbeth asesina en la ficción (¡en su web tienen un tour virtual!).
Lo mejor: como en todos los castillos del norte de las islas británicas, no hay que pasar por alto los paseos por sus alrededores. En el castillo de Glamis destaca especialmente el Macbeth Trail, un bosque de coníferas donde hay una colección de esculturas talladas en madera que representan a personajes como Macbeth, el rey Duncan o las Tres brujas. ¡Ah! Y si os adentráis por el camino del río Dean, id con los ojos bien abiertos porque en la zona hay garzas, nutrias y los «kingfishers» (unos pajaritos de pluma azul, súper llamativos).
9. El Castillo de Crookston: el secreto mejor guardado de Glasgow
Una de las frases que más nos repiten los turistas incautos y que estamos muy cansados de escuchar es:
«Buah, a Glasgow no voy que no hay nada»
¿Cómo? La catedral de San Mungo, la Necrópolis (uno de los cementerios más impresionantes de todo Reino Unido), el ayuntamiento en George Square (y su extremada opulencia) o el Museo Kelvingrove (con un Dalí entre sus obras expuestas) son algunos ejemplos de la gran oferta cultural que tiene esta «maltratada» ciudad escocesa.
Poca gente sabe, que en Glasgow también tiene castillos, y quizá esta sea una buena excusa para que realicéis ambas visitas. Uno de nuestros preferidos es el castillo de Crookston. En pie desde finales del siglo XII y, por tanto, uno de los edificios más antiguos de la ciudad (después de la catedral).

Lo mejor: la libertad que van a tener los peques para explorar el castillo. Al subir por esa estrecha escalera de caracol a la parte más alta del castillo, nos sentiremos como Quasimodo en NotreDame. Por cierto, si no sabes nada de Glasgow te recomiento leer este divertido artículo de las «Anécdotas de Glasgow«.
10. El Castillo de Alnwick: el más mágico de todos
Caballeros medievales, dragos, disfraces y Harry Potter, ¿qué más se puede pedir? Este castillo del norte de Inglaterra es la combinación perfecta para que los niños encuentren un auténtico paraíso en la tierra. Sabemos que si nos ponemos quisquillosos este castillo no está en territorio escocés, pero es una excursión extremadamente popular entre los visitantes que llegan a Edimburgo. Al estar a menos de 2 horas de la capital escocesa, hemos decidido hacer un poquito de trampa e incluirla en este listado.

Además, el castillo tiene muchísima historia. Esto acrecienta el interés de las familias a dedicar la mañana entera a este castillo de cine, no sólo para explorar las muchas salas de exposiciones de su interior, sino también para disfrutar de los sets de rodaje de películas tan famosas como la de Robin Hood: Príncipe de los ladrones y la saga favorita de la mayoría de los niños, ¡Harry Potter! El exterior del castillo de Alnwick es la residencia oficial de los magos y brujas de Hogwarts y tus hijos no se pueden perder formar parte de esta experiencia mágica.
Lo mejor: todas las actividades disponibles para los más pequeños de la casa. Desde la sala de los disfraces, los quizzes y, la visita estrella, el laberinto donde al final podrán derrotar al dragón. También tienen actividades para los no tan niños, como demostraciones de artesanía medieval, actuaciones musicales tradicionales, así como conocer en persona al famoso juglar Peterkin y ver cómo se juega el tipo con el fuego, caminando sobre zancos infinitos y contando chistes (¡todo a la vez!).
Y hasta aquí nuestra guía para explorar los 10 mejores castillos de Escocia con niños, a sabiendas de que uno de ellos se encuentra en Inglaterra. Entendemos que son muchos, pero dependiendo de los días que tengáis disponibles conviene hacer una selección de mis favoritos para visitar con niños. Pero ¡ojo!, esto no tiene que ser un adiós, ¿porqué no echas un vistazo a nuestra serie familiar:
– Los mejores restaurantes para ir con niños
– Actividades en Edimburgo para niños
– Alojamientos en Edimburgo para familias
– O nuestro Tour Familias en Edimburgo.
Muchísimas gracias por explorar junto a Clan Pascual Tours las tierras altas y bajas escocesas.